La finca presidencial de Castelporziano está abierta al público y ofrece recorridos naturalísticos, arqueológicos e histórico-artísticos.
Para cada temporada, se selecciona un recorrido naturalístico específico entre los disponibles a rotación con el fin de limitar el impacto antrópico en el ecosistema.
La duración total de cada recorrido incluye los traslados y el visionado de un cortometraje.
La visita concluye al terminar el recorrido, o tras la pausa para la comida, y se sale mediante el servicio especial de lanzadera.
El almuerzo puede tomarse por cuenta propia en el bar-restaurante de la finca, o se puede llevar comida para consumir en la zona de restauración habilitada.
En ambos casos, es necesario seguir las instrucciones del personal.
Durante todos los recorridos, se pueden ver obras, mobiliario e instalaciones como parte de la iniciativa Quirinale contemporaneo
Disponible en primavera y otoño
La visita incluye: Museo Arqueológico, Castillo, residencia histórica y sala de trofeos, Iglesia de San Filippo Neri, Coffee house, jardín histórico Horti della Regina, fuente antigua, cobertizo para carruajes.
Disponible en primavera y otoño.
Tras visitar el museo arqueológico, el autobús lanzadera le llevará a Tor Paterno para visitar la villa imperial y el acueducto romano. Al realizar el recorrido se pasa por varios entornos naturalísticos de la finca.
Disponibles en primavera y otoño.
Hay cinco recorridos naturalísticos: Capocotta, Malafede, Tor Paterno, Malpasso y Campo di Rota. Cada temporada se propone un recorrido a rotación para limitar el impacto antrópico.
En cada uno de los itinerarios se pueden conocer diferentes ecosistemas típicos de la finca.
Todos los recorridos naturalísticos incluyen una visita a la estación de anillamiento y al Museo de la Historia y la Naturaleza de Castelporziano.
La duración media y total de cada recorrido se indican en las hojas informativas.
DEBIDO A LAS CONDICIONES ESPECIALES DEL TERRENO, SE RECOMIENDA EL USO DE CALZADO DE SENDERISMO O PARA CAMINAR.
La acción del hombre, ejercida a lo largo del tiempo de forma e intensidad variables, ha modelado el bosque hasta su composición actual, que consiste en un robledal caducifolio mixto con robles turcos, robles comunes y robles de Hungría. El sotobosque es de matorral mediterráneo en los microclimas más secos y de carpes orientales en los más húmedos. A lo largo del recorrido, es posible visitar un alcornocal natural que se utilizaba para la extracción de corcho, testimonio de una práctica histórica que ha caracterizado vastas zonas de la cuenca mediterránea. Debido a su valor natural y medioambiental desde la década de 1990, como parte del programa de vigilancia medioambiental de la finca de Castelporziano, en la zona se han realizado una serie de investigaciones y estudios ecológicos. Al principio y al final del recorrido se cruzan dos fuentes históricas, que se utilizaban en la época de los Saboya para abrevar a los caballos y pastar a los animales.
Se extiende en un bosque mixto de robles viejos (robles turcos, robles de Hungría) con carpes blancos, que se utilizaba para la producción de madera. En toda la zona se ha llevado a cabo un importante proyecto de recuperación y reurbanización medioambiental, antes de su adquisición por parte de la Presidencia de la República, había sufrido fuertes transformaciones con fines especulativos. Es particularmente interesante observar el dinamismo y la recuperación continua de la vegetación autóctona. Algunos de los árboles más antiguos albergan importantes especies de invertebrados por la madera en descomposición, incluidas algunas especies de interés comunitario.
A través de varios tipos de bosques mixtos de robles con predominio de robles turcos y robles de Hungría, el itinerario prosigue por una de las raras vías de comunicación que antaño conducían a Capocotta, centro de leyendas mitológicas y tradiciones poéticas de la antigua Ausonia. Los árboles más viejos albergan importantes especies de invertebrados por la madera en descomposición.
Se desarrolla en un bosque de árboles de tronco alto con prevalencia de robles: (Quercus farnetto, Querco cerris, Quercus crenate, Quercus Se extiende en un bosque de troncos altos dominado por robles (robles turcos, robles de Hungría, crenata, virgiliana, encinas), con majestuosos ejemplares de alcornoques que atestiguan su antiguo cultivo. En los bordes del bosque son frecuentes los arbustos perennifolio (phillyrea, lentisco, mirto, brezo, cistáceas). El entorno en su conjunto es un refugio óptimo para jabalíes y gamos. De particular interés es también la fauna invertebrada y la flora herbácea típica de los sustratos arenosos secos, con presencia de humedales y charcas, frecuentados por numerosas especies de reptiles, anfibios, crustáceos e insectos. Dada su importancia florística y faunística, uno de los sectores del bosque ha sido puesto bajo protección integral.
A lo largo del recorrido, se pueden observar prácticas ganaderas tradicionales por vaqueros a caballo llamados «butteros».
El recorrido, además de los testimonios arqueológicos de la zona de Tor Paterno, abarca, en un espacio reducido, muchos de los entornos naturales de Castelporziano. Serpentea entre encinares, matorral mediterráneo y varios tipos de bosques caducifolios. También bordea la más grande zona húmeda de la finca, en cuyas orillas crecen sauces y álamos y donde se pueden observar diversas especies de aves acuáticas y palustres y algunos reptiles acuáticos y anfibios.
Serpentea por un paisaje muy articulado. Las mesetas de las cumbres, cubiertas de encinares, se alternan con valles y gargantas de vegetación más mesófila (robles turcos, carpes blancos) donde se pueden encontrar jabalíes, liebres y corzos. También existe una zona agrícola contigua, muy rica en agua, donde la fauna doméstica y salvaje coexisten armoniosamente.