Todos los visitantes deberán someterse a los controles de seguridad necesarios a la entrada.
No está permitido:
No se admiten animales.
Se permite llevar mochilas.
Las indicaciones generales que se proporcionan en los carteles de la finca deben respetarse.
La finca es un espacio natural protegido en el que viven animales salvajes (jabalíes, gamos, corzos, víboras, etc.) y numerosas especies de insectos (abejas, avispas, avispones y tábanos) cuya picadura puede provocar reacciones adversas en el organismo.
Al visitar un espacio natural protegido, hay que respetar la flora y la fauna que se encuentra: no hay que acercarse a los animales salvajes ni tocar o coger elementos del medio natural, como flores y ejemplares de especies botánicas.
Los visitantes deben ir adecuadamente vestidos y llevar calzado cerrado apropiado para una excursión por senderos naturales. También deben vestir ropa apropiada. Si no se cumplen estas condiciones, podría impedirse que participen en el recorrido.
Las visitas solo se permiten por los recorridos establecidos y, debido a la naturaleza de la zona y a la presencia de animales salvajes, está prohibido separarse del grupo. Se pide además que se apaguen los tonos de llamada de los teléfonos móviles y que se eviten otros ruidos molestos.
Se puede llevar comida.
La Presidencia de la República se ha sumado a la campaña «Plastic free». Se aconseja llevar botellas de agua para rellenarlas en la «Casa del Agua» ubicada en la entrada de la finca.
No está permitido llevar ni entrar con mascotas.
Está terminantemente prohibido dejar residuos en el entorno. Esto incluye los residuos biodegradables o restos de comida.
Para poder ofrecerle una atención adecuada, le recomendamos que, al reservar su visita, indique cualquier impedimento o limitación que derive de una discapacidad.
En caso de discapacidad motriz, es posible realizar el recorrido histórico-artístico.
Los demás casos deben evaluarse previamente con la dirección.